Se desvanece en el mundo la ilusión de la inmunidad de rebaño

Desde el principio de la pandemia se instaló un horizonte esperanzador llamado “inmunidad de rebaño”, ese punto a partir del cual el SARS-CoV-2 ya no encontraría fácilmente a quién contagiar. Poco más de un año después, la temida segunda ola arrasa India y los casos siguen aumentando desde Asia hasta América Latina. Ahora los expertos dicen que el virus está mutando con demasiada rapidez, que las nuevas variantes supercontagiosas se propagan con demasiada facilidad y que la vacunación es demasiado lenta como para que alcancemos la inmunidad de rebaño en un futuro cercano.

Conclusión: si el virus sigue su alocada carrera a través del planeta, la pandemia va camino a convertirse en una endemia, y el virus, en una amenaza siempre presente.

“Las nuevas variantes del virus están arrasando en los lugares donde la gente se aglomera sin cumplir con los protocolos, como usar barbijo o mantenerse a distancia”, dijo el Dr. David Heymann, profesor de epidemiología de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Si bien el brote que concentra actualmente la atención es el que sufre India, Heymann dijo que la penetración generalizada del virus a nivel mundial aumenta las probabilidades de que el patógeno se instale definitivamente en muchos lugares.

“Cuando haya más personas con cierto nivel de inmunidad, ya sea por haber contraído el virus o por una aceleración de la campaña de vacunación en todo el mundo, los futuros brotes ya no serán de la escala de los que están devastando India y Brasil”, dijo Heymann. “Lo esperable es que surjan brotes más pequeños, que si bien serán menos letales, implicarán una amenaza constante”.

“Esa es la progresión natural de muchas infecciones que presentan los humanos, como la tuberculosis o el VIH”, dijo Heymann, ex miembro del Servicio de Inteligencia Epidemiológica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). “Esos patógenos se han vuelto endémicos y aprendimos a vivir con ellos. Aprendimos a evaluar riesgos de contagio y a cuidar a nuestros seres queridos”.

Las vacunas que son altamente efectivas se desarrollaron rápidamente, pero su distribución mundial está siendo lenta y desigual. Mientras los países ricos acumulan dosis, los países más pobres enfrentan grandes desafíos logísticos para distribuir las que logran conseguir, y la intermitencia de las campañas de vacunación es un problema en todo el mundo. Los expertos advierten que la vacunación es demasiado lenta para albergar muchas esperanzas de eliminar el virus.

Solo dos países han completado el esquema de inmunización de más de la mitad de su población. Son Israel y las Islas Seychelles. Y apenas un puñado de otros países ha vacunado al menos parcialmente a 50% o más de sus adultos, incluidos Gran Bretaña, el pequeño Bután y Estados Unidos. Menos de 10% de la vasta población de India recibió al menos una dosis de la vacuna, un freno mínimo para la avalancha de infecciones que sufre actualmente.

En África, el promedio continental está apenas por encima de 1%.

De todos modos, los sanitaristas dicen que hay un número relativamente pequeño de países, en su mayoría insulares, que han logrado mantener el virus bajo control y podrían seguir manteniéndolo a raya si vacunan a un porcentaje suficiente de su población.

Nueva Zelanda, por ejemplo, prácticamente ha eliminado el virus, gracias a una combinación de cuarentenas estrictas y cierre de fronteras. El Dr. Michael Baker, epidemiólogo de la Universidad de Otago, dice que si el país vacuna masivamente a su población podría lograr la inmunidad de rebaño, pero les queda un largo camino por recorrer: hasta ahora, solo 4,4% de los neozelandeses han recibido al menos una dosis.

Si bien la cifra de nuevos casos diarios a nivel mundial sigue batiendo récords, el número de muertes ha disminuido desde el pico alcanzado en febrero, contradiciendo el patrón normal de muchos casos seguidos de muchas muertes. Si esa tendencia se confirma, sería un rayo de esperanza en ese escenario futuro que hoy pronostican los expertos: aunque el virus se propague y se vuelva endémico, su amenaza podría ser menos letal, si se la controla con dosis periódicas de refuerzo contra las nuevas variantes.

“Tal vez se vuelva endémico pero deje de ser potencialmente mortal”, dijo el Dr. Michael Merson, profesor de salud global de la Universidad de Duke. “Será como un resfrío común, como suele manifestarse ahora entre los niños”.

 

Fuente: REC

Imagen: Mat Napo on Unsplash  

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